lunes, 1 de septiembre de 2008

EVOLUCION HUMANA

TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN HUMANA


EL ESTUDIO DE LOS RESTOS MATERIALES
Para reconstruir el pasado de los hombres que todavía no habían inventado la escritura sólo es posible apoyarse en técnicas especiales de investigación. Estas técnicas permiten extraer información de los restos materiales dejados por esos hombres, como por ejemplo sus huesos, los instrumentos que fabricaron con piedras, o los restos de alimentos.La arqueología es la disciplina que estudia esos restos materiales. Pero el arqueólogo no se limita a recoger objetos hermosos como si fuera un coleccionista. Su trabajo consiste en reconstruir la vida de los grupos humanos que dejaron restos materiales: debe deducir su antigüedad, reconstruir las formas de subsistencia, sus costumbres y ritos, su organización social.
La excavación arqueológica:Luego de realizar investigaciones bibliográficas y sobre el terreno, el arqueólogo llega al sitio donde supone que hallará restos materiales de culturas desaparecidas. Siglos, milenios de vida humana descansan bajo algunos metros de tierra. "Toda la historia no escrita de la humanidad se encierra en las hojas superpuestas del libro de la tierra, y la técnica de la excavación tiene como primer objetivo asegurar su lectura correcta", dijo un arqueólogo contemporáneo. Por esto, la tarea del arqueólogo consiste en ir abriendo ese libro, hoja por hoja, cuidando de no dejar que desaparezca una sola palabra, porque se corre el riesgo de hacer quizás incomprensible el texto. Para lograrlo, se deben registrar con la mayor precisión posible las características de cada hallazgo (medirlo, dibujarlo, fotografiarlo); y establecer con exactitud el orden de sucesión de las distintas capas de tierra que contienen los restos.Aparición de los mamíferosHace 200 millones de años desaparecieron los grandes reptiles mados dinosaurios y comenzó el desarrollo de los mamíferos. E pequeños animales que dejaron el suelo para trepar a los árboles. El salto a la vida sobre los árboles se debió, posiblemente, a la necesidad de sobrevivir.

Surgimiento de los primates
Hace 40 millones de años, entre los mamíferos se desarrollaron diferentes tipos de monos llamados primates. Los primeros primates fueron animales pequeños, de hábitos nocturnos, que vivían (casi siempre) en los árboles. Con el tiempo, algunos de éstos fueron cambiando sus hábitos y características físicas: su cráneo fue mayor, creció su cerebro, podían tomar objetos con las manos, adaptarse al día y alimentarse de frutas y vegetales.
Los homínidos Se llama así a una de las dos familias de monos en que se dividió el grupo de los primates. Mientras que en la familia del orangután, del gorila y del chimpancé no hubo cambios, hace 15 millones de años en la familia de los homínidos comenzó la evolución hasta el hombre actual.




Los primeros homínidos y el largo camino hacia el hombre: Diversas fueron las especies que unieron al hombre actual con los primeros homínido. Las especies que representaron verdaderos saltos evolutivos, es decir, verdaderos momentos de cambio, fueron las siguientes:
Australopithecus: fue el primer homínido bípedo (caminaba en dos patas y podía correr en terreno llano). Poseía mandíbulas poderosas y fuertes molares. Su cerebro tenía un volumen inferior a los 400 centímetros cúbicos. De aquí se deduce que el andar erguido se produjo mucho antes que la expansión del cerebro.
El primer australopithecus fue encontrado en la década de 1960 en África oriental.
Homo habilis: coexistiendo con el australopithecus apareció esta especie de homínidos. Tenían un cerebro más grande, alrededor de 700 centímetros cúbicos. Su característica más importante fue el cambio en su forma de alimentación: ya no sólo comían frutas y vegetales sino también animales. Actualmente los investigadores no están de acuerdo sobre si el homo habilis cazaba intencionalmente y fabricaba utensilios para hacerlo.
Homo erectus: algunos lo consideraron el representante directo del hombre, pero hoy se sabe que muchos austratopithecus anteriores poseían rasgos semejantes. Son los primeros homínidos que se distribuyeron ampliamente por la superficie del planeta, llegando hasta el sudeste y este de Asia. Poseían un cerebro mayor que el del homo habilis: alrededor de 800 centímetros cúbicos. Conocían el uso del fuego y fabricaron la primera hacha de mano. El primer homo erectus fue encontrado en java (Oceanía) a fines del siglo pasado. El hallazgo de restos de homínidos de esta especie en las cavernas de Pekín permitió la reconstrucción de algunos aspectos de su vida.
Homo sapiens: vivió en Europa, en África y en Asia. Los hallazgos arqueológicos reflejan cambios importantes en el comportamiento de esta especie: utilización de instrumentos de piedra y hueso más trabajados, cambios en las for­mas de cazar, uso y dominio del fuego, empleo del vestido, aumento en el tamaño de las poblaciones, manifesta­ciones rituales y artísticas. El representante del homo sapiens más antiguo es el hombre de Neanderthal (Alemania), y en tiempos más modernos, el hombre de CroMagnon (Francia).
Homo sapiens sapiens: Sus características físicas son las mismas que las del hombre actual. Su capacidad cerebral es de alrededor de 1400 centímetros cúbicos. Se cree que apareció en Europa hace alrededor de 40.000 años. El homo sapiens sapiens es el que protagonizó, a partir del año 10.000 a.C., cambios muy importantes en la organización económica y social, como las primeras formas de agricultura y domesticación de animales, y la vida en ciudades.


EVOLUCIÓN DEL CRÁNEO:
El cráneo humano ha cambiado drásticamente durante los últimos 3 millones de años. La evolución desde el Australopithecus hasta el Homo sapiens, significó el aumento de la capacidad craneana (para ajustarse al crecimiento del cerebro), el achatamiento del rostro, el retroceso de la barbilla y la disminución del tamaño de los dientes. Los científicos piensan que el increíble crecimiento de tamaño del cerebro puede estar relacionado con la mayor sofisticación del comportamiento de los homínidos. Los antropólogos, por su parte, señalan que el cerebro desarrolló su alta capacidad de aprendizaje y razonamiento, después de que la evolución cultural, y no la física, cambiara la forma de vida de los seres humanos.

CRÁNEO GORILA FRENTE A CRÁNEO HUMANO
Los seres humanos modernos son primates, así como los gorilas, los lemures y los chimpancés. En algún punto de la evolución, el desarrollo humano continuó por un camino distinto. A pesar de que existen muchas similitudes entre los seres humanos y los primates (especialmente con gorilas y chimpancés), hay diferencias fundamentales que atestiguan esa evolución independiente en sus respectivos desarrollos. Esta ilustración de los cráneos de un gorila y un ser humano moderno presenta algunas de estas diferencias. El gorila posee largos caninos y su mandíbula es más prominente que la de los miembros de la línea de los homínidos.

EDAD DE LOS METALES

El cobre [editar]
Véase también: Edad del Cobre
El cobre, junto con el oro y la plata, es de los primeros metales utilizados en la Prehistoria, tal vez porque, a veces, aparece en forma de pepitas de metal nativo. El objeto de cobre más antiguo conocido hasta el momento es un colgante oval procedente de Shanidar (Irán), que ha sido datado en el año 9500 a. C. Sin embargo, esta pieza es un caso aislado, ya que no es hasta 3000 años más tarde cuando las piezas de cobre martilleado en frío comienzan a ser habituales. En efecto, a partir del año 6500 a. C., en varios yacimientos se han encontrado piezas ornamentales y alfileres de cobre manufacturado a partir del martilleado en frío del metal nativo, tanto en los montes Zagros (Ali Kosh en Irán), como en la meseta de Anatolia (Çatal Hüyük, Çayönü o Haçilar, en Turquía).
Varios siglos después se descubrió que el cobre podía ser extraído de diversos minerales (malaquita, calcopirita, etc.), por medio de la fusión en hornos especiales, en los que se insuflaba oxígeno (soplando por largos tubos o con fuelles) para superar los 1000 °C de temperatura. El objeto de cobre fundido más antiguo que se conoce procede de los montes Zagros, concretamente de Tal-i-Blis (Irán), y se data en el 4100 a. C., junto a él se hallaron hornos de fundición, crisoles e incluso moldes.
La técnica de fundición del cobre es relativamente sencilla, siempre que los minerales utilizados sean carbonatos de cobre extraídos de algún yacimiento metalífero; la clave está en que el horno alcance la temperatura adecuada, lo cual se conseguía inyectando aire soplando o con fuelles a través de largas toberas. Este sistema se denomina «reducción del metal». Se mezclaba el mineral triturado, por ejemplo, malaquita (carbonato de cobre), con carbón de leña. Con el calor las impurezas van liberándose en forma de monóxido y dióxido de carbono, reduciendo el mineral a un cobre relativamente puro; al alcanzar los 1000 °C, el metal se licúa depositándose en la zona inferior del horno. Un orificio en el fondo del horno permite que el líquido candente fluya hacia el exterior, donde se recoge en moldes; parte de la escoria queda en el horno y las impurezas del mineral flotan en el metal fundido, por lo que es fácil eliminarlas con un utensilio llamado escoriador. Como el cobre podía volver a fundirse muchas veces, éste solía convertirse en lingotes, a veces con una forma peculiar (como los del Mediterráneo oriental, que recuerdan al pellejo de un animal), para luego fabricar diversos objetos por fusión y colado en moldes. El cobre es muy maleable y dúctil, podía martillarse en frío o en caliente, con lo que se duplicaba su consistencia y dureza. En cualquier caso, resultaba imposible eliminar todas la impurezas del cobre, pero, mientras que algunas eran perjudiciales, como el bismuto, que lo hace quebradizo, otras eran beneficiosas, como el arsénico, que reduce la formación de burbujas en su fundición, pues impide la absorción de gases a través de los poros del molde, asegurando un producto de mejor calidad. El cobre con alto contenido natural en plomo es más blando, lo cual puede ser una ventaja para fabricar recipientes por medio del martilleo de una plancha en forma de disco, curvándola en forma cóncava, para elaborar calderos o cuencos; incluso podía ser repujado. Algunos metalurgistas consideran que estos cobres con impurezas beneficiosas son, en realidad, «bronces naturales».

Pepita de cobre nativo

Lingote de cobre del Egeo

Puñalito de cobre

Daga de cobre
La técnica del cobre no tardó en difundirse por todo el Oriente Próximo, coincidiendo con el nacimiento de las primeras civilizaciones históricas de la zona, principalmente Sumeria y el Antiguo Egipto; pero muchos estudiosos consideran que pudo inventarse en fechas muy parecidas en otras partes del Viejo Mundo. Concretamente en Europa hay un núcleo neolítico avanzado en los Balcanes que incluye ocasionalmente objetos de cobre fundido entre sus hallazgos del IV milenio a. C. (cultura Gulmenita) y todo parece apuntar hacia una invención autóctona; aunque este primer metal no se difunde por la Europa central y mediterránea hasta poco después del año 3000 a. C., por ejemplo, asociado a pueblos megalíticos de la península Ibérica, como Los Millares o Vila Nova[2] o, en Europa Central, con la cultura de las cerámicas cordeladas. Hubo zonas que aun desconocían el cobre fundido, pero un nuevo pueblo se encargó de su definitiva difusión europea: la cultura del vaso campaniforme, a finales del 3000 a. C.
En cambio, en Asia no puede hablarse de una Edad del Cobre con entidad suficiente, dada su corta duración, ya que el desarrollo de la metalurgia en lugares como la India o China comienza realmente con el bronce.

El bronce [editar]
Véase también: Edad del Bronce
El bronce es el resultado de la aleación de cobre y estaño en una proporción variable (en la actualidad se le añaden otros metales como el zinc o el plomo, creando los llamados bronces complejos). La cantidad de estaño podía variar desde un 3% en los llamados «bronces blandos», hasta un 25% en los llamados «bronces campaniles» (a mayor cantidad de estaño, más tenacidad, pero también menos maleabilidad): en la Prehistoria la cantidad media suele rondar el 10% de estaño. Se supone que fueron los egipcios los primeros en añadir estaño al cobre, al observar que éste le daba mejores cualidades, como la dureza, un punto más bajo de fusión y la perdurabilidad (ya que el estaño no se oxida fácilmente con el aire y es resistente a la corrosión). Además. el bronce es reciclable, pudiéndose fundir varias veces para obtener nuevos objetos de otros ya desechados. La técnica de trabajo del bronce es virtualmente idéntica a la del cobre, por lo que no vamos a incidir en ello (la única dificultad reside en exceder la temperatura adecuada, lo que podría provocar que el mineral se echase a perder por oxidación). A título de comparación se pueden confrontar el cobre puro, el cobre arsenical y el bronce (con un 10% de estaño) en la tabla de correspondencia que muestra la dureza relativa de los metales:
Dureza relativa de los metales HB[3]

El testimonio más antiguo que se tiene de la existencia del bronce se da en una cueva de las montañas del mar Muerto, en Israel, donde se halló un escondrijo con más de 400 objetos datado en el 3000 a. C. Esta fecha debe ser considerada como el inicio de la edad del Bronce en el Oriente Próximo. Momento que coincide, aproximadamente, con el apogeo de las grandes civilizaciones antiguas de Mesopotamia, Siria-Palestina y el valle del Nilo, y un poco antes de que surja el imperio Hitita en Anatolia, así como las culturas prehelénicas del mar Egeo. Los metalúrgicos de estas áreas, para satisfacer la demanda de cobre, estaño y metales preciosos, debieron de convertirse también en exploradores y comerciantes en busca de minas y ofreciendo sus productos a cambio de las preciadas materias primas. Los sumerios (y sus sucesores), por ejemplo, carecían por completo de minerales metálicos y se sospecha que los importaban de los montes Zagros, donde había surgido el imperio Elamita (con capita en Susa) y del Cáucaso (donde abundan la malaquita y la casiterita), de este modo, hay constancias de contactos sumerios desde Afganistán hasta Europa oriental, ya en el tercer milenio.

Vaso de plata y bronce procedente de la región de Lagash. III milenio a. C.

Cabeza de toro en cobre, con los ojos de nácar y lapislázuli. III milenio a. C.

Punta de jabalina de bronce grabado. Misma procedencia que las piezas anteriores.

Estatuilla de orante en bronce y oro procedente de LarsaII milenio a. C.
Los antiguos egipcios obtenían la mayor parte del cobre de las minas de Timna, en Aravá, junto al desierto del Neguev, aunque ramificaron sus relaciones comerciales con el Egeo y Europa (piezas de procedencia egipcia aparecen por todo este contiente evidenciando algún tipo de intercambio), así como con algunas regiones africanas.
Los habitantes de Siria, Palestina, Anatolia y el mar Egeo dirigieron sus expediciones hacia Europa, remontando el Danubio en busca del estaño de Bohemia y Hungría; o bordeando el Mediterráneo hasta el sur de la península Ibérica, donde obtuvieron el cobre argárico. Con el tiempo remontaron por el Atlántico hasta alcanzar las islas Británicas, en busca del cobre y el estaño de Cornualles y el oro de Irlanda. Así, en el segundo milenio antes de nuestra era, Europa entra en la Edad del Bronce. El bronce europeo se caracteriza, en un principio, por una gran varidad de culturas que comparten un sustrato común que incluye la construcción túmulos funerarios, sería ocioso citarlas todas pero cabe destacar, en Europa central, el linaje de la cultura de Unetice-cultura de los Túmulos-Cultura de los Campos de Urnas, que, a pesar de las evidentes diferencias, parecen compartir cierta continuidad cultural y racial. Aparte conviene mencionar la cultura ibérica de El Argar y todas aquéllas que se desarrollan en la cornisa atlántica, cuya idiosincrasia pervive hasta épocas históricas.

Lúnula pectoral de oro (Irlanda)

Hoja de espada corta de bronce (Francia)

Cráneo con diadema de plata argárica (España)

Carro solar de Trundholm (Dinamarca)
Por lo que respecta a Asia, se ignora si la metalurgia del bronce fue inventada allí independientemente o fue una importación desde Mesopotamia. En el Pakistán, la Edad del Bronce nace con la cultura del valle del Indo (desde mediados de 3er milenio hasta mediados del 2.º milenio), que carecía por completo de fuentes de abastecimiento mineral. De hecho, se sospecha, por la escasez de objetos de bronce y cobre hallados en yacimientos como Harappa o Mohenjo-Daro, y por el retraso en las fechas, respecto a otros pueblos del oeste, que, a pesar de su alto grado de desarrollo, dependían de sus contactos con los elamitas del oeste y, a través de ellos, con los mesopotámicos. Así parecen demostrarlo algunos objetos procedentes del Indo encontrados en la región de Diyala, en el valle del Tigris, y varias tablillas escritas de Larsa datadas en el 1950 a. C.[4] ). No es seguro, pero parece ser que de ellos tomaron técnicas tan desarrolladas como la utilización de moldes bivalvos, los remaches y las soldaduras para fabricar piezas complejas e incluso el moldeo a la cera perdida, antes del 2000 a. C.

Caldero trípode ceremonial de bronce chino, del tipo «Li-ting»
El proceso peor conocido es el de China: se sabe que desde fines del IV milenio a. C. fundían cobre arsenical, aunque las piezas eran extremadamente raras (de hecho, no se considera una Edad del Cobre en China, sino que se pasaría directamente del Neolítico al Bronce). Aunque la metalurgia llegó con varios milenios de retraso al Extremo Oriente se sospecha que pudo ser inventada independientemente de la del Oriente Próximo, por la originalidad de las técnicas, a veces muy diferentes a las de los pueblos del oeste. La primera cultura de la Edad del Bronce es la que se denomina Erlitou, del 2.º milenio a. C., relacionada con la mítica dinastía Xia (si bien esto es muy discutible): las antiguas leyendas chinas relatan que el primer rey de esta legendaria dinastía, Yu el Grande ([[III milenio a. C.3er milenio a. C.), fue un gran fundidor de calderos trípodes ceremoniales de bronce, y agradaban tanto a los dioses que le otorgaron la victoria sobre sus enemigos. Fuere o no cierto, aunque Erlitou sea una cultura sin escritura, supone la transición a Historia de este país y, entre sus creaciones, ya aparecen los prototipos de vasijas ceremoniales de bronce utilizados durante toda la antigüedad por los chinos (sobre todo los calderos circulares de tres patas o cuadrados de cuatro patas llamados Li-ting que servían para para la carne y una innumerable variedad de vasijas para bebidas, por ejemplo las grandes copas llamadas ku o los calderos yeou...).[5]
A Erlitou le sucede la época Shang (1600 a. C. - 1046 a. C.) durante la cual, en un proceso asombroso, los chinos se pusieron a la altura de cualquier otra región en la metalurgia del bronce.[6] Las excavaciones de una de las capitales del reino, la ciudad de Anyang, han puesto al descubierto dos grandes talleres de fundición con hornos capaces de alcanzar temperaturas muy superiores a las necesarias, pero también con sistemas para controlar la inensidad del calor. Así elaboraron vasijas rituales, hachas, puñales, cascos, armas y armaduras de gran maestría. Muchas de estas piezas estaban destinadas a las tumbas reales de sus alrededores, ya que éstas han deparado numerosos objetos ceremoniales de bronce de depurada factura. Los calderos Li-ting y las vasijas de bebida con formas zoomorfas son las obras metalúrgicas más originales de la antigüedad china, alcanzando su apogeo al final de la época Shang, desde el 1300 a. C. Sus sucesores los Zhou continuaron la tradición de los vasos rituales que, durante mucho tiempo, se pensó que estaban fabricados por medio de la «cera perdida». Sin embargo, recientes investigaciones han demostrado que los chinos desconocían esa técnica, y que para sus obras maestras utilizaban complicados moldes de arcilla formados por varias partes tan bien ensambladas que no dejaban marcas en las junturas (algunos de más de diez piezas). No hay dos obras iguales porque los moldes se rompían para extraer los bronces.[7]

Copa de bronce del tipo llamado «Ku»

Monedas de bronce de época Shang con forma de azada

Caldero trípode tipo «Li-ting» de la época Zhou

Espada recta de doble filo o «jian», época Zhou (siglo IX)
Sin embargo, según parece, los objetos de bronce chinos estaban reservados a las élites, pues se han encontrado muy pocas herramientas y muchísimas armas y objetos de culto. Esta situación perduró hasta la generalización del hierro.

El hierro [editar]
Véase también: Edad del Hierro

Hierro meteórico o sideral
El hierro es uno de los elementos que más abunda en la Tierra. Después del aluminio, es el metal más abundante, sin embargo, su utilización práctica comenzó 7000 años más tarde que el cobre y 2500 años después del bronce. Este retraso no se debe al desconocimiento de este metal, puesto que los antiguos conocían el hierro y lo consideraban más valioso que cualquier otra joya, pero se trataba de hierro meteórico, es decir, procedente de meteoritos. El hierro meteórico era conocido tanto en Eurasia como en América (descrito más adelante).
Aunque durante milenios no hubo tecnología para trabajar minerales ferrosos, en el tercer milenio a. C. parece que algunos lo consiguieron: en las ruinas arqueológicas de Alaça Hüyük (Anatolia) aparecieron varias piezas de hierro artificial, entre ellas un alfiler y una especie de cuchilla. En el segundo milenio destacan un hacha de combate descubierta en Ugarit y, sobre todo, un cuchillo con la hoja de hierro y una exquisita empuñadura de oro, que formaba parte del ajuar funerario de la tumba de Tutankamón. Las materias primas de estos primeros herreros debieron ser minerales como el hematites, limonita o magnetita, casi todos óxidos de hierro que ya eran utilizados para otros fines en la Prehistoria, por ejemplo para ayudar a eliminar impurezas de la fundición del cobre o como colorantes. De hecho se sospecha que en los hornos de fundición de cobre y bronce pudieron generarse pequeños residuos de hierro casi puro, a partir de los cuales comenzaría el conocimiento de la verdadera siderurgia. Hay antiguos hallazgos de hierro fundido por el hombre desde Siria a Azerbaiyán. Pero ninguno revela cómo fueron obtenidos ni las técnicas usadas. No se conservan ruinas de talleres, ni herrerías, por lo que se ignora de dónde proceden estos objetos, o dónde «se inventaron».

Recreación pictórica de una antigua fragua de hierro
Por textos escritos en tablillas cuneiformes se sabe que los hititas fueron los primeros en controlar e, incluso, monopolizar los productos de hierro fabricados a mediados del 2.º milenio a. C. Enviaban sus objetos a los egipcios, sirios, asirios, fenicios... Pero su producción nunca fue abundante. De hecho, muchos de los envíos eran regalos con finalidad diplomática, pues el hierro era diez veces más valioso que el oro y cuarenta veces más costoso que la plata.[8] Cuando el imperio hitita fue destruido por los Pueblos del mar, hacia 1200 a. C., los herreros se dispersaron por Oriente Medio, difundiendo su tecnología: de este modo comienza la Edad del Hierro en el Oriente Próximo.
Fabricar hierro seguía un procedimiento muy distinto al del cobre y el bronce (para empezar el metal no se licuaba), primero porque había que conseguir hornos con gran capacidad calórica: el mineral machacado debía estar totalmente rodeado de carbón de leña (que se consumía en enormes cantidades) y numerosos fuelles que, a a través de toberas, insuflaban oxígeno continuamente. El mineral debía ser precalentado en un horno y por medio de golpes se eliminaban algunas impurezas; luego se llevaba al estado incandescente, en un segundo horno, hasta obtener una masa denominada hierro esponjoso, altamente impuro, por lo que volvía a ser golpeado en caliente para refinarlo. Después de un largo y repetitivo proceso de martilleo y calentamiento, evitando que el hierro se enfriase, se obtenía una barra forjada, bastante pura, resistente y maleable. Para las armas y ciertas herramientas, el hierro se templaba enfriándolo bruscamente en agua, lo que provocaba cambios de la estructura molecular y una mejor absorción de carbono. Los testimonios más antiguos del proceso de templado del hierro candente se han hallado en Chipre y datan de 1100 a. C.[9] Evidentemente, las instalaciones y herramientas de los herreros eran muy diferentes a las de los broncistas. El bronce siguió siendo un metal esencial para las antiguas culturas, sirviendo en campos diferentes en los que no se podía o no se sabía aplicar la tecnología del hierro.

Recreación de una antigua forja
El hierro es más abundante, que el cobre y, por supuesto, que el estaño; y, una vez dominada la técnica, más barato que el bronce. Cuando los hititas desaparecieron y sus artesanos se dispersaron, la producción de este metal aumentó considerablemente en todo el Oriente Próximo y los centros siderúrgicos se extendieron hasta el Egeo, Egipto e incluso Italia por el oeste; hacia Siria y Mesopotamia por el sur, hacia Armenia y el Cáucaso por el norte, y hacia las grandes civilizaciones asiáticas por el este.
Europa: la Edad del Hierro europea comienza poco antes del año 800 a. C. y está protagonizada por pueblos, en su mayoría belicosos, que habitaban poblados fuertemente protegidos por murallas y otros sistemas defensivos. Aunque el hierro fue profusamente empleado para herramientas agrícolas y artesanales, aumentando la productividad y el nivel cultural del continente. Los artesanos de la edad del Hierro europea conocían el hierro carburado: las placas de metal se trabajaban al rojo vivo, pero sin licuar, calentándolas entre carbón de leña para que absorbiese el carbono desprendido en la combustión. También desarrollaron el laminado, alternando láminas superpuestas de hierro con más carbono, y que eran más duras, con otras que tenían menos, y eran más maleables, hasta formar un haz que era forjado a unos 200 °C, cuando el metal adquiría un color amarillo claro. El calentamiento y martilleo continuo iba eliminando las impurezas y mejorando la calidad del metal hasta que acababa por crear una hoja compacta y muy resistente, al estar compuesto de láminas virtualmente soldadas, microscópicas y de cualidades físicas complementarias. Los europeos también supieron adornar ricamente sus joyas metálicas y sus armas, aprendiendo a engarzar empuñaduras de madera, hueso, marfil y, mejor aún, la técnica del nielado, incrustando barnices o finos hilos de plata formando complicadas filigranas.

Empuñadura decorada

Torques de bronce

Espada de hierro laminado

Nielado de plata

Pilar de Hierro de Delhi
India: la Edad del Hierro comienza en la India en la etapa neovédica (o «vedismo tardío»), a comienzos del primer milenio antes de nuestra era, fase en la que se completa la expansión aria por el subcontinente. A pesar de las convulsiones, resulta paradójico que la metalurgia del hierro se manifestase como un catalizador de la agricultura, que adquiere toda su relevancia a partir del año 800 a. C. gracias a la aparición de la reja de arado y el hacha de hierro, que permitió ganar a la selva nuevos campos de cultivo y la expansión del arroz y la caña de azúcar (citada en el Atharva Vedá). La plenitud de la Edad del Hierro coincide con los Mahajanapadas (dieciséis grandes reinos y repúblicas en las que se consolida el sistema de castas, 700 a. C.-300 a. C.), periodo en el que es posible que inventasen la soldadura autógena por forja y una apreciadísima variante del acero llamada wootz de la India. El wootz es un acero muy rico en carbono y sin apenas impurezas ni oxidantes. Los indios comerciaban con lingotes de este material desde el siglo V a. C., ya que poseía cualidades portentosas, por lo que fue solicitadísimo en todo el océano Índico.[10] Además, en Nueva Delhi existe un testimonio asombroso de la habilidad metalúrgica de los indios: el «Pilar de Hierro», el único resto de un templo erigido durante el Imperio gupta, columna hecha de un hierro prácticamente puro, al 98% (casi podría decirse que es «hierro dulce»), que ha resistido el deterioro del tiempo gracias a una fina capa de óxido que la protege (el hecho de que una pieza de ese tamaño se haya elaborado en un alto horno es un misterio, pues en Occidente se logró eso recién en el siglo XVIII).
China:[11] La transición entre la edad del Bronce y la Edad del hierro es muy larga en China, en parte debido a la inigualable pericia de los broncistas chinos, y en parte debido a la situación social del país. Lo cierto es que los chinos conocían el hierro desde la dinastía Zhou. En 1949 se descubrieron varias espadas zhou del principios del 1er milenio a. C. en las que se habían utilizado láminas de hierro meteórico. Poco después comenzó a emplearse también hierro mineral. Sin embargo, los metalúrgicos chinos usaban el hierro para mezclarlo con el bronce por el sistema del laminado y la soldadura autógena por forja para fabricar espadas (a menudo llamadas «bimetálicas» por esa magistral combinación de bronce y hierro). Además, los herreros chinos descubrieron que una pátina de óxido de cromo protegía el metal de la corrosión.


Espada bimetálica Jian, de la época de los Reinos Combatientes (siglo IV a. C.)
Las armas más apreciadas eran las espadas, que eran forjadas y laminadas con aleaciones más duras para el filo y más maleables para la vena central. Las espadas de hoja recta y doble filo eran llamadas jian (propias de la nobleza guerrera, pues eran muy caras y difíciles de manejar), y las de hoja curva y filo simple se denominaban dao (más baratas y versátiles, se popularizaron entre los guerreros menos pudientes). La efectividad de la aleación otorgó a las «espadas Jian» un enorme prestigio, en tanto que los los «sables dao» eran muy populares, por lo que tardaron en ser desbancados por las armas de hierro.
A pesar de que los chinos tardaron en adaptarse a la mecánica de la fabricación del hierro, cuando la aceptaron lograron avances impensables. Por ejemplo, se ha podido constatar que en el siglo V a. C., no sólo comienzan a ser habituales las armas de hierro (como la espada jian descubierta en Ch'ang Sha), sino que uno de los muchos estados que se inscribe en el periodo de las Primaveras y Otoños, llamado Wu (a orillas del Yangzi) descubrió la fundición del hierro: los artesanos de Wu construyeron hornos que superaban los 1350 °C (es decir, auténticos altos hornos), en los que el hierro se fundía hasta licuarse. No obstante, el producto obtenido, llamado arrabio, tenía tal cantidad de carbono (cerca del 5%, a veces, incluso más), que resultaba demasiado quebradizo para ser útil, por lo que después era necesario descarburizarlo, para ello era sometido a altas temperaturas en hornos abiertos que liberaban los gases en forma de óxidos de carbono: así se obtenía un hierro fundido maleable y funcional. A partir del siglo III a. C. la técnica se difundió hacia el norte de modo que en la etapa siguiente, la de los Reinos Combatientes, los objetos de hierro son comunes, y no sólo se conocen minas datadas en esa fase, sino que en Hebei aparecieron numerosas tumbas de guerreros con armas de hierro, unas forjado y otras fundido, junto a piezas ornamentales de bronce (lo cierto es que el bronce siguió siendo preferido por la élite, especialmente para objetos ceremoniales como calderos o campanas rituales).

Caldero ritual de bronce tipo «Yeou», para vino

Campana ritual de bronce de los Reinos del Sur

Sable «Dao», de los Reinos Combatientes (siglo III a. C.)

Cuchilla de hierro de la dinastía Qin (siglo III a. C.)

Escena de forja japonesa
Las armas y herramientas de hierro se generalizan a gran escala en el Primer Imperio Han (202 a. C.-9 d. C.), de hecho, el soberano se apropió del monopolio del hierro fundido, construyendo numerosos hornos en la provincia de Henan. Los avances siguieron, hasta se llegó a descubrir el pudelado, que los chinos llamaron chao (un sistema que permite refinar el arrabio en un horno especialmente diseñado, para que la oxidación elimine el exceso de carbono). Los chinos también aprendieron a mezclar hierro fundido con hierro forjado para obtener acero auténtico. De hecho, existía la leyenda de que Liu Bang, el primer emperador de la dinastía Han, poseía una espada de acero, de cualidades asombrosas, fabricada por este sistema.[12]
Japón:[13] Con la llegada de invasores coreanos y chinos, la cutura neolítica del Japón, llamada Jomon, desapareció dando lugar a la llamada cultura Yayoi.
Esto ocurrió en torno al 300 a. C., y vino acompañado de numerosos adelantos traídos del continente, entre ellos los metales: el hierro llegó a Japón al mismo tiempo que el bronce. De hecho en Japón la fase Yayoi es también llamada «Edad del Bronce-Hierro». La creación más original de la metalurgia yayoi son las campanas rituales de bronce (llamadas «Dôkaku»), profusamente decoradas con motivos abstractos e incluso figurativos.

África [editar]
En África[14] no puede decirse que existan ni el Calcolítico ni la Edad del Bronce en sentido estricto, aunque por influencia del Egipto y otras culturas del Mediterráneo oriental, la costa norte pudo conocer el bronce en el 2.º milenio a. C., incluso se sospecha que la cultura hispana de El Argar pudo haber influido en la llegada de la metalurgia del bronce a la cordillera del Atlas. Sin embargo, hacia el sur la aculturación se va desvaneciendo. Incluso la poderosa influencia de la cultura egipcia se vio limitada.


Relieve funerario de Meroe, Kush
Los faraones egipcios periódicamente dominaron la región de Canaán y el Sinaí, aunque diversas potencias rivales contendieron por su posesión: primero los hititas, luego los Pueblos del Mar y finalmente los asirios. Además, los gobernantes egipcios dominaron temporalmente los territorios al sur de la primera catarata del Nilo (Elefantina). Este dominio tiene especial relevancia al comenzar el primer milenio, ya que indujo el nacimiento de un estado independiente, el país de Kush. Este reino, gobernado por gentes de origen autóctono, fue desplazándose hacia el sur, a medida que la presión de las potencias mediterráneas aumentaba, así, pasó de tener la capital en Kerma (3ª catarata del Nilo), a Napata (4ª catarata), desde la que, durante un tiempo pudo dominar Egipto (dinastía XXV, siglos VIII y VII a. C.), brevemente, pues los asirios conquistaron el delta; por último la capital se trasladó a Meroe (entre la 5.ª y la 6.ª catarata). A diferencia del Egipto farónico (que siempre careció de materias primas o combustible suficiente), Meroe gozó de una importante industria metalúrgica del hierro, desde antes del 500 a. C., pues poseía productivos yacimientos metalíferos al norte y abundante madera al sur, de hecho se conservan montañas de escorias de aquella época. Meroe sufrió un continuo aislamiento que le obligó a una economía casi autárquica, hasta que la ciudad fue destruida por los nuba en el 350 d. C..
Cartago, también se asocia a la expansión del hierro por el norte de África; y, aunque tenía relaciones comerciales que se adentraban hacia el corazón del cotinente, su interés nunca fue el dominio territorial, sólo la adquisición de ciertas materias primas y esclavos. Tampoco los romanos, tras la conquista se propusieron adentrarse en el desierto, por lo que el resto de África se caracterizaría por un desarrollo cultural singular debido al aislamiento.

Guerrero abisinio

Guerreros cameruneses

Bronce de Benin, S. XV

Bronce de Benin, S. XVI
El hierro apareció en el África subsahariana por primera vez en la civilización de Nok, entre el [[siglo VI a. C.500 a. C. y el 200 a. C., y, desde allí se difundió hacia el sur junto con la expansión bantú. Entonces no sólo se desarrolló la metalurgia funcional del hierro, sino también la del bronce. La metalurgia supuso un importante avance productivo que favoreció el género de vida agrícola y el aumento de la población. Aunque en toda la mitad meridional de África convivieron agricultores, ganaderos y cazadores-recolectores. El aumento de población es el causante principal de la expansión bantú hacia el sur, lentamente, hasta que en el primer siglo de nuestra todo el continente ya conocía los metales. El bronce no sólo no se abandonó sino que, a menudo, se empleó con fines artísticos (como ocurre por ejemplo con los bronces de Benin).

América [editar]
En América, se desarrolló la metalurgia del oro, la plata, el cobre y el bronce; pero, en ningún caso, esta tecnología incidió decisivamente en las economías precolombinas. Las pepitas de cobre nativo se conocían desde antiguo en varias regiones de América, por ejemplo en la región de los Grandes Lagos, donde abundaban los yacimientos de cobre nativo, desde el 4000 a. C. los indígenas acostumbraban a golpearlas hasta darles forma de punta de flecha, aunque nunca llegaron a descubrir la fusión. En cambio, más al sur y mucho más tarde llegó a desarrollarse una auténtica industria metalúrgica en tres grandes zonas precolombinas, principalmente, los Andes, la Baja Mesoamérica y la llamada «Área Intermedia», entre Ecuador y Colombia.
En los Andes, el punto de partida de este desarrollo tecnológico son las láminas de oro nativo asociadas a martillos y yunques de piedra pulimentada descubiertos en el departamento de Apurímac, concretamente en Huayhuaca, datados en el 1800 a. C. Sin embargo La primera gran cultura metalúrgica del continente fue la Chavín de Huantar, que, desde, al menos en 800 a. C. elaboraba objetos de oro en forma de placas martilleadas y repujadas. Incluso llegó a unir varias placas para fromas estatuillas de chapa de oro.
Más tarde, en torno al siglo IV a. C. la cultura mochica incorporó la plata y el cobre ya refinado a partir de la malaquita y otros carbonatos cupríferos; la metalurgia se enriqueció notablemente con nuevas técnicas, como el repujado en caliente, la incrustación de gemas y, en especial el baño de plata y el baño de oro: el baño de plata consistía en sumergir un objeto de cobre en una solución de plata pulverizada y sales corrosivas, el cobre reaccionaba ionizándose y absorbiendo parte de la plata, posteriormente se calentaba el objeto para mejorar la adherencia y se bruñía para darle brillo. El baño de oro consistía en calentar un objeto de cobre con polvo de oro hasta su oxidación, ésta implicaba la absorción del polvo de oro, pero después era necesario retirar la capa externa, oxidada, por medio de ácido, para que el oro saliese a la superficie, después se bruñía, también. Un excelente ejemplo de las capacidades metalúrgicas mochicas son las más de 400 joyas halladas en la tumba del Señor de Sipán. Hay noticias, asimismo, de que los mochicas usaban, a menudo, para utensilios prácticos, un cobre con un fuerte contenido en arsénico.
Imagen:Lambayeque metalurgia.jpg
Imagen:Huaca2.jpg

Manifestaciones metalúrgicas precolombinas
No se conoce con seguridad cuándo y dónde apareció el bronce auténtico (aleación de cobre y estaño), pero todo parece indicar que se inició en los Andes centrales, en el valle del Lurín en torno al año 850 y que su uso se difundió con una extraordinaria rapidez, de modo que antes del año 1000 ya se había desarrollado su tecnología en toda la cordillera, desde Chile hasta Colombia. Desde allí, por vía marítima conectó con la costa occidental de México, donde abundan las minas metalíferas.
La llamada Zona Intermedia también tiene una antigua tradición en el trabajo de los metales, casi tan antigua como la de los Andes. De hecho, allí se ubican los mayores expertos en aleaciones metálicas de la América precolombina: los muiscas. Estos amerindios mezclaban plata, oro y cobre en diversas proporciones, pero la aleación más exitosa fue llamada tumbaga (de cobre y oro, que añadía resistencia a las joyas, sin perder su apariencia áurea: los muiscas, habitantes de Colombia y Ecuador son también los inventores del moldeo a la cera perdida, en el primer siglo de nuestra era.


Fundidor avivando el fuego mientras retira impurezas con un escoriador(Códice de Medoza)
De entre todas las culturas precolombinas de la Baja Mesoamérica,[15] destacan los mixtecos, cuyo origen es tan antiguo que se sospecha que ya existían en el período preclásico mesoamericano. Los mixtecos, además de conocedores de las técnicas antes citadas, fueron inventores de otras como la soldadura, la filigrana, el damasquinado, el chapado en oro..., en fin que su orfebrería era equiparable a la del Viejo Mundo.[16] Los mixtecos también eran expertos en la fundición de cobre y conocían el bronce. Numerosos códices ilustran las técnicas de fundición y reducción de estos metales.
Sin embargo, a pesar de ser consumados metalúrgicos, los pueblos precolombinos se dedicaron únicamente en la elaboración de objetos de culto y suntuarios de plata y, sobre todo, oro. Incluso las mazas de guerra, que se fabricaban tanto en piedra como en bronce eran, a menudo, de prestigio. Los cuchillos también solían ser ceremoniales, la tecnología de estas joyas sólo estaba al alcance de las élites. La metalurgia no alcanzó la importancia económica y social del Viejo Mundo y aunque se fabricaron hachas, azadas, mazas, lanzas y otros objetos de bronce, eran más bien raros y no mejoraron sensiblemente la productividad de la mayoría de la sociedad ni la efectividad bélica de sus ejércitos.

HISTORIA

La historia es la ciencia que tiene como objeto de estudio el pasado de la humanidad y como método el propio de las ciencias sociales.[1] También se denomina historia al periodo histórico que transcurre desde la aparición de la escritura hasta la actualidad.
También se llama historia al pasado mismo e, incluso, puede hablarse de una historia natural en que la humanidad no estaba presente (término clásico ya en desuso, que se utilizaba para referirse no sólo a la geología y la paleontología sino también a muchas otras ciencias naturales; las fronteras entre el campo al que se refiere este término y el de la arqueología son imprecisas).
Ese uso del término historia lo hace equivalente a cambio en el tiempo.[2] En ese sentido se contrapone al concepto de filosofía, equivalente a esencia o permanencia (lo que permite hablar de una filosofía natural en textos clásicos y en la actualidad, sobre todo en medios académicos anglosajones, como equivalente a la física). Para cualquier campo del conocimiento, se puede tener una perspectiva histórica -el cambio- o bien filosófica -su esencia-. De hecho, puede hacerse eso para la misma historia (véase tiempo histórico).
Dentro de la división entre ciencias y humanidades, se tiende a clasificar a la historia entre las disciplinas humanísticas (con otras ciencias sociales). La ambigüedad de esa división del conocimiento humano ha llevado al llamado debate de las dos culturas.

EPOCA ANTIGUA

La Edad Antigua es la época histórica que transcurre desde el nacimiento de las primeras civilizaciones caracterizadas por el comercio de larga distancia. Algunos autores culturalistas hacen llegar la Antigüedad tardía europea hasta los siglos VI y VII, mientras que, en lo político, los partidarios de la escuela "mutacionista" francesa la extienden hasta algún momento entre los siglos IX y XI, cuando el Estado central, la propiedad pública y los impuestos dieron lugar al feudalismo y sus censos.
La Edad Antigua se inicia con la aparición de la escritura y llega hasta la caída del Imperio Romano a manos de los bárbaros, en el siglo V después de Cristo, en el año 476.Antes de la llegada de los romanos vivían en la Península Ibérica otros grupos humanos : los iberos, asentados en el sur y el este, y los celtas, que ocupaban el centro, el norte y el oeste. Estos pueblos se dedicaban a la agricultura y la ganadería. Los iberos vivían en poblados, en casas de adobe con techo de paja, que formaban calles. Los celtas, en castros o poblados compuestos de casas de planta circular, de adobe o piedra, que no formaban calles.Unos y otros nos han dejado muestras de su cultura. Destacan, entre sus figuras talladas en piedra, La Dama de Elche (iberos) y los verracos (animales de piedra con significado probablemente religioso, )como Los Toros de Guisando en Ávila.También llegaron a la península otros pueblos, atraídos por las riquezas minerales (cobre, estaño, plata), a lo largo de los mil años anteriores al nacimiento de Cristo ; así, los fenicios , los griegos y los cartagineses llegaron por el Mediterráneo y se establecieron en sus costas, fundando colonias que llegaron a ser importantes focos comerciales.Finalmente, los romanos llegaron en el año 218 antes de Cristo para iniciar la conquista de la Península Ibérica, a la que llamaron Hispania. Su presencia llegó hasta principios del siglo V d.C. y su influencia es la base de nuestra cultura actual. Los pueblos que habitaban el territorio ocupado siguieron un proceso de romanización. Es decir: progresivamente fueron asimilando la lengua (el latín, del que deriva nuestra lengua) , costumbres y creencias.Los romanos impusieron en todo el territorio su organización, leyes y forma de gobierno. Construyeron muchos edificios y obras públicas que aún se conservan: acueductos, para llevar agua a las poblaciones, anfiteatros, teatros y circos, para sus espectáculos, templos, murallas y arcos de triunfo, para conmemorar sus victorias.







Desde muy antiguo se ha sentido la necesidad de fechar hechos importantes. Algunos Ejemplos: (Era de las Olimpiadas. Comenzó el 23 antes de Roma, según Varrón.) Era de la Fundación de Roma, no muy precisa; entre 751-754 a.C. Era Cristiana. Cálculos de Dionisio el Exiguo. Problemas en su fijación porque se colocó en la fecha de la muerte de Herodes (750 de la Fundación de Roma). Confusión en la edad media sobre el comienzo del año cristiano. En gran parte de Europa se utilizó durante largo tiempo el 25 de diciembre.
La periodización de la historia: No siempre ha coincidido la forma en que se divide la historia.
División de la Historia según Boecio (1644)
Antiquitas ecclesiae. Hasta el siglo VI. Intermedia aetas. Hasta la querella luterana.(1517). Nova o recens aetas. Hasta la época del autor.
División de Keller
Historia Antiqua. Hasta la época de Constantino el Grande. Historia Medii aevi. Hasta la toma de Constantinopla. (1453). Historia nova. Hasta la época del autor.
Actual división
Prehistoria. Anterior a la aparición de fuentes escritas. Antigua. Desde la escritura a la caída del Imperio Romano. Media. Hasta 1453. Moderna. Hasta la Revolución Francesa. Contemporánea. Hasta nuestros días. Edad Antigua

Ubicada cronológicamente entre finales de la protohistoria (o de la prehistoria para una división más simplificada) y termina con la caída del imperio Romano de occidente en el año 476 d.c cuyo modo de producción era: Trabajo- esclavo-amo-esclavo.

BABILONIA

Fundación y primeros años
Según la Biblia, Babilonia fue fundada por Nemrod en 2500 adC, quizá como un pequeño pueblo a orillas de Río Eufrates, y que casi seguramente, durante el período Sumerio, estuvo suvordinada a la más poderosa ciudad de Kish. La primera mención de Babilonia se encuentra en una tablilla, fechada en el siglo XXIV , del reino de Sharrukim de Akkad (Sargón de Acad), quien la hizo capital de un oscuro y perdido distrito de su imperio. Durante algún tiempo fue sólo una ciudad provincial más. Ya comenzada la segunda mitad del siglo XXI adC, nómades semitas procedentes del Desierto de Arabia (Amorreos y Tidnum) expropiaron a Amar-Sin, Rey de Sumeria y Akadia, parte de los territorios del centro de Mesopotamia (Akkad) y quisieron penetrar en Kish, pero fueron expulsados de esta última ciudad, quedando limitados a las orillas del Eufrates, es decir, Babilonia. Por ser su única poseción importante por mucho tiempo, los Martu, se encargaron de engrandecerla y enbellecerla. En 2004 adC, el Imperio de Ur III, cayó ante una coalisión de Puebllos nómades de los Montes Zargos, Elamitas, la ciudad de Isín, y los Amorreos o Martu. Estos últimos, se asentaron en la Media y Baja Mesopotamia, apoderandose de las ciudades y fundando dinastías amorritas en ellas.
Primer período Imperial
Una de las ciudades bajo gobierno Amorreo, fue Babilonia, que, si bin hacía ya mucho tiempo que estaba bajo dominio amorreo, no tenía dinastía propia. La Primer Dinastía Babilónica, fue fundada en 1894 adC por el amorrita Sumu-abum. Se convirtió así, en una Ciudad-Estado independiente regida por esta dinastía, cuyo sexto Rey, Hammurabi (que reinó desde 1792 adC hasta 1750 adC según la cronoñogía media), engrandecería colosalmente y extendería sus dominios, transformandola en la capital del Imperio Amorreo, que dominó toda la Mesopotamia. Desde entonces, y en adelante, adquirió gran relevancia como la verdadera metrópoli de todo el sur de Mesopotamia. Pero el Imperio no duró mucho. Tras la muerte de Hammurabi, comenzaron las revueltas:
en 1729 adC los primeros caudillos Casitas (tribu Aria Indoeuropea y nómade), comenzaron sucesivos intentos de conquista de Babilonia
en 1720 adC una región en el extremo meridional de Mesopotamia conocida como País del Mar, comienza sucesivasrevueltas con la fundación de una dinastía propia
Finalmente, en 1595 adC, sin poder resistir las presiones de los Casitas del este, Samsu-Ditana, último rey del Primer Imperio Babilónica, es depuesto por el caudillo Casita, Agum II.
Primeras revueltas
Durante el reinado de Senaquerib, Babilonia sufrió un constante estado de revuelta, el cual fue sólo sofocado mediante la completa destrucción de la capital. En el año 689 adC sus muros, templos y palacios fueron demolidos, y sus ruinas fueron lanzadas al Arakhtu, el canal que bordeaba la antigua Mesopotamia por el sur. Este acto conmocionó la conciencia religiosa de Mesopotamia; el posterior asesinato de Senaquerib fue tomado como explotación de ello, y su sucesor Asarhaddón se cayo apresuró a reconstruir la antigua ciudad, recibir a su gente, y hacerla su residencia durante parte del año. A su muerte, Babilonia fue dejada a su hijo mayor Assurbanipal de Asiria.
Una vez más, Babilonia fue asediada por los asirios y sometida por inanición. Asurbanipal purificó la ciudad y celebró un "servicio de reconciliación", pero no se aventuró a "tomar las manos" de Bel. En la posterior caída del Imperio Asirio los babilonios vieron otro ejemplo de divina venganza.
Con la caída definitiva de Asiria y la destrucción de Nínive (612 adC), Babilonia se liberó por fin del yugo asirio, y llegó a hacerse la capital de un creciente Imperio Babilónico.
La recuperación de la independencia babilónica bajo Nabopolasar supuso la llegada de una nueva era de actividad arquitectónica, y su hijo Nabucodonosor II hizo de Babilonia una de las maravillas del mundo antiguo.
Embellecimiento de Babilonia por Nabucodonosor II

Fue bajo el gobierno del rey Nabucodonosor II (605562 adC) cuando Babilonia llegó a ser una de las ciudades más espléndidas del mundo antiguo. Nabucodonosor ordenó la completa reconstrucción de las tierras imperiales, incluyendo la reconstrucción de los Jardines colgantes de Babilonia (una de las siete maravillas del mundo), de los cuales se dice haber sido construidas para su nostálgica esposa Amyitis. La existencia de los jardines es un tema de disputa: a pesar de que las excavaciones del arqueólogo alemán Robert Koldewey parecen confirmar su existencia, muchos historiadores están en desacuerdo sobre la localización, y algunos creen que pueden haber sido confundidos con los jardines de Nínive.
Babilonia bajo los persas
Después de pasar varias vicisitudes, la ciudad fue ocupada en el 539 adC por Ciro el Grande, rey de Persia. Bajo Ciro y su heredero, Darío I el Grande, Babilonia se convirtió en un centro de aprendizaje y avance científico. Los eruditos babilonios completaron mapas de constelaciones, y crearon los fundamentos de la astronomía y las matemáticas modernas. El hijo de Darío I, Artajerjes (465/464) - 424 adC publicó un decreto en 457 adC, donde permitió que los judíos volvieran a su propia tierra. Sin embargo, bajo el reinado de Darío III Codomano, Babilonia empezó a estancarse progresivamente.
La invasión de Alejandro Magno
En el 331 adC el rey persa Darío III fue derrotado por las fuerzas del rey macedonio Alejandro III en la batalla de Gaugamela, y en octubre Babilonia vio su invasión y ocupación. Un informe nativo de esta invasión relata una orden de Alejandro para no entrar a los hogares de sus habitantes, considerando a la urbe como ciudad liberada.
Bajo Alejandro, Babilonia floreció otra vez como centro de estudio y comercio. Pero después de la misteriosa muerte de Alejandro en el 323 adC en el palacio de Nabucodonosor, su imperio se dividió entre sus generales, los diádocos, y pronto empezaron décadas de lucha por los restos de su imperio, con Babilonia una vez más atrapada en el medio.
Las constantes revueltas fueron vaciando paulatinamente la ciudad de Babilonia. Una tabla datada en el año 275 adC afirma que los habitantes de Babilonia fueron transportados a Seleucia del Tigris, la nueva capital creada por Seleuco I Nikátor para su nuevo reino, en la cual erigió un nuevo palacio, así como fue un templo llamado E-Saggila. Con este evento la historia de Babilonia llegó prácticamente a su fin, a pesar de que más de un siglo después todavía se practicaban sacrificios en su viejo santuario. Hacia el año 141 adC, cuando los partos sometieron la región, Babilonia estaba en completa desolación y oscuridad...
Arqueología de Babilonia
El conocimiento histórico de la topografía de Babilonia ha derivado de los escritores clásicos, las inscripciones de Nabucodonosor, y las excavaciones del Deutsche Orientgesellschaft, que comenzaron en 1899. La topografía se corresponde prácticamente con la Babilonia de Nabucodonosor, ya que la Babilonia más antigua fue destruida por Senaquerib sin dejar apenas ningún rastro

EGIPTO

Historia

El Nilo y la Gran Pirámide.
Artículo principal: Historia de Egipto
La regularidad y riqueza que aportaba la inundación anual del río Nilo, junto a la ausencia de grandes pueblos enemigos, por su aislamiento, debido a que el valle del Nilo está situado entre dos amplias zonas desérticas, permitieron el desarrollo de una de las primeras y más deslumbrantes civilizaciones en la historia de la humanidad.
Los primeros pobladores de Egipto alcanzaron las riberas del Nilo, por entonces un conglomerado de marismas y foco de paludismo, escapando de la desertización del Sahara. Las primeras comunidades hicieron habitable el país, y se estructuraron en regiones llamadas nomos. Pasado el tiempo y tras épocas de acuerdos y disputas los nomos se agruparon en dos proto-naciones, el Alto Egipto y el Bajo Egipto. Egipto se unifica alrededor del año 3200 a. C., desde el faraón Menes (Narmer en su nombre egipcio).
La historia del Antiguo Egipto se divide en tres imperios con periodos intermedios de conflictos internos y dominación por gobernantes extranjeros. El Imperio Antiguo se caracterizó por el florecimiento de las artes y la construcción de inmensas pirámides. Durante el Imperio Medio (2050-1800 a. C.), tras una etapa de descentralización, Egipto conoció un período de esplendor en su economía. En el Imperio Nuevo (1567-1085 a. C.) la monarquía egipcia alcanzó su edad dorada conquistando a los pueblos vecinos y expandiendo sus dominios bajo la dirección de los faraones de la dinastía XVIII. La última dinastía fue derrocada por los persas en el año 341 a. C., quienes a su vez fueron reemplazados por gobernantes griegos, y romanos, periodo que comenzó hacia el año 30 a. C. como resultado de la derrota de Marco Antonio en la batalla de Actium, y que trajo siete siglos de paz relativa y estabilidad económica. Desde mediados del siglo IV, Egipto formó parte del Imperio Oriental, que se convirtió en el Imperio bizantino.
Tras la muerte de Mahoma, en 642, se produce la invasión árabe, que asume el gobierno del país con el beneplácito de los cristianos coptos. Los árabes introdujeron el Islam y el idioma árabe en el siglo VII y gobernaron los siguientes seis siglos. A finales del siglo X, durante un breve tiempo los Fatamidas se hicieron con el gobierno. Vendrá a continuación la época de Saladino que supondrá un renacimiento cultural y económico favorecido por el espíritu de la Jihad, guerra santa en respuesta a las cruzadas cristianas. Entre 209 y 1517, los Mamelucos, que eran parte de una casta militar local, tomaron el control del gobierno alrededor del año 1250, derrotaron a los mongoles en su avance imparable por Asia, pero fueron incapaces de impedir la ocupación del país y el control del gobierno por parte de los turcos otomanos en 1517.
Bajo el gobierno otomano, Egipto quedó relegado a una posición marginal dentro del gran Imperio Otomano. Aunque los mamelucos recuperaron el poder por un breve periodo, en 1798 el ejército de Napoleón ocupó el país. Tampoco duró mucho la ocupación francesa, que apenas dejó huella aunque supuso el comienzo de los estudios egiptológicos sobre la cultura antigua.

La Batalla del Nilo, 1789. Luny Thomas.
Tras la salida de las tropas francesas, hubo una serie de guerras civiles entre otomanos, mamelucos y mercenarios albaneses, hasta que en 1805 Egipto consiguió la independencia, siendo nombrado sultán Muhammed Alí (Kavalali Mehmed Ali Pasha), que había llegado al país como virrey para reconquistarlo en nombre del Imperio Turco, y que llevaría una política exterior pro-occidental emprendiendo una serie de reformas que combinaban estrategias tradicionales de centralización del poder con la importación de modelos europeos para la creación de nuevas estructuras militares, educativas, industriales y agrícolas, incluyendo planes de regadío, que fueron continuadas y ampliadas por su nieto y sucesor Ismail Pachá, el primer Jedive.
Tras la apertura del canal de Suez en 1869, Egipto se convirtió en un importante centro de comunicaciones, pero cayó a su vez en una fuerte deuda. Los británicos tomaron el control del gobierno en forma de protectorado hacia 1882, que fue fuertemente protestado declarándose de nuevo la independencia en 1922, con una nueva constitución y un régimen parlamentario. Saad Zaghlul fue elegido como primer ministro de Egipto en 1924, y en 1936 el llamado tratado Anglo-Egipcio de dio por finalizado. Las continuas injerencias británicas mantenían una inestabilidad política hasta que en 1952 un golpe de estado forzó al rey Faruk I a abdicar y llevó al gobierno al coronel Gamal Abdel Nasser, como Presidente del nuevo gobierno.
Nasser declaró la titularidad pública del Canal de Suez lo que supuso una importante mejora para la Tesorería egipcia, aunque para ello tuvo que enfrentarse militarmente en 1956 a las tropas conjuntas francesas, inglesas e israelíes que intentaron derrocar al gobierno sin conseguirlo (Crisis de Suez). Esta victoria militar colocó a Nasser a la cabeza de los líderes de Oriente Medio y como ejemplo a seguir por el mundo árabe para desembarazarse de las injerencias extranjeras.

Ribera del río Nilo, en Egipto
Entre 1958 y 1961 Egipto, durante la presidencia de Gamal Abdel Nasser, formó parte, junto con Siria, de la República Árabe Unida.
La derrota de las fuerzas árabes por Israel en 1967 durante la Guerra de los Seis Días, privó a Egipto de la península del Sinaí y de la franja de Gaza, sólo recuperado tras la derrota por los Israelíes en la guerra del Yom Kippur de 1973, a lo que siguió la firma, por el sucesor de Nasser, Anwar el-Sadat, del acuerdo de Camp David, en 1979. Este tratado fue repudiado por el mundo árabe, y sus consecuencias fueron la expulsión de Egipto de la Liga árabe y el ascenso del fundamentalismo islámico en el país después de la revolución iraní. En 1981 Sadat fue asesinado y le sucedió Hosni Mubarak, quien mantuvo las políticas de su predecesor. Una política interior adecuada ha conseguido vencer al fundamentalismo, pese a algunos atentados contra turistas extranjeros para dañar la fuente principal de ingresos del país: el turismo.
Tras la Cumbre de Amán en 1987, Egipto inicia la recuperación de sus anteriores relaciones con los países árabes, especialmente con Arabia Saudí, lo que trae consigo la rehabilitación de Mubarak y su gobierno ante los ojos del resto de dirigentes políticos árabes. Desde entonces, Egipto aprovechó su prestigio para mediar entre Israel y Palestina, y en 1993 apoyó la firma de los acuerdos que llevaron al inicio de la autonomía palestina, defendiendo la formación de un futuro Estado Palestino.
En 2003 se lanzó el movimiento egipcio para el cambio, conocido popularmente como Kifaya, para buscar una vuelta a la democracia y a mayores libertades civiles.

Gobierno y política [editar]
Artículo principal: Gobierno y política de Egipto
Es una república unitaria y presidencialista cuyo presidente, como jefe de Estado y comandante supremo de las fuerzas armadas del país, representa al poder ejecutivo elegido mediante un plebiscito popular para un periodo de seis años, pudiendo ser elegido una única vez.

Mapa de Egipto.
Nombre oficial: República Árabe de Egipto
Sistema legal: basado en la Constitución de 1971.
Legislación nacional: sistema unicámeral (Majlis Al-Shaab o asamblea del pueblo).
Sistema electoral: sufragio universal directo.
Jefe del Estado: el presidente, nominado por mayoría de dos tercios de la asamblea y elegido por referéndum.
El gobierno nacional: consejo de ministros, presidido por el primer ministro.
Principales partidos políticos: el partido Nacional Demócrata, el partido Socialista Laboral, el partido Socialista Liberal, New Wafd, el partido Nacional Progresista Unionista.
Aunque aparentemente el poder se organiza bajo un sistema multipartidista, en la práctica por más de cincuenta años el presidente se ha elegido en elecciones con un solo candidato. Egipto también celebra elecciones parlamentarias multipartidistas de manera regular. En febrero de 2005 el presidente Hosni Mubarak anunció la reforma de la ley para la elección presidencial, de manera que en las elecciones de 2010 habrá varios candidatos, por primera vez desde 1952 y se limita el mandato a siete años con sólo dos legislaturas. En 2007 se celebró un referéndum en el que se aprobó aumentar los poderes presidenciales.

Mapa de las gobernaturas egipcias.
















Geografía

Vista satelital de Egipto.
Artículo principal: Geografía de Egipto
Egipto se encuentra en el extremo noreste del continente africano, recostado sobre el mar Mediterráneo y el mar Rojo. Limita al oeste con Libia, al sur con Sudán, al norte con el Mediterráneo y al este con el mar Rojo e Israel.
Su territorio está ocupado en su inmensa mayoría por el desierto del Sáhara, que es atravesado por un único río, el Nilo, que riega la única tierra fértil del país y que ha sido la principal fuente de riqueza que ha permitido el desarrollo de varias culturas a lo largo de la historia de Egipto. Desemboca en el Mediterráneo formando un delta de unos 200 km de extensión en dirección norte-sur y entre Alejandría y Damieta en dirección este-oeste.
El clima es desértico en la mayoría del territorio, con escasez de lluvias (aunque en los últimos años la humedad ha aumentado considerablemente en El Cairo), noches frías y días muy calurosos. En la costa norte, a lo largo del delta, es de tipo mediterráneo, con una media de lluvia de 18 mm.
Dado lo inhóspito del territorio la población se sitúa principalmente a las orillas del Nilo aunque también adquieren una cierta relevancia algunos núcleos ubicados en las costas del Mediterráneo y del mar Rojo.
En Egipto se encuentra el canal de Suez, que conecta el mar Mediterráneo con el Rojo, y separa la parte principal del territorio egipcio de la Península del Sinaí, que limita al este con Israel.
El gobierno egipcio mantiene 21 Parques Naturales con una superficie total de 53 000 km², el 5% del territorio nacional. El mayor de ellos, el Parque Nacional de Elba, al sur, con distintos ecosistemas: manglares del mar Rojo, 22 islas, arrecifes de coral, dunas costeras, pantanos salados costeros, llanuras costeras desérticas y la zona de montañas: Jabal Elba de 1437 m de altitud, Jabal Ebruq y Al Daeeb.




Economía
Artículo principal: Economía de Egipto
Antiguedad
La riqueza de Egipto desde la más remota antigüedad, no solamente se basaba en la agricultura, cuyos campos agrícolas se fertilizaban con el limo de las crecidas anuales del Nilo, sino también de una exportación importante que era el papiro, planta parecida a los juncos que crecía en las numerosas marismas del delta y que se usaba para fabricar material para escribir. Las minas egipcias de las montañas situadas a lo largo del mar Rojo (así como en la península del Sinaí) producían oro y cobre, y con este último metal se hacían artículos de bronce que también se exportaban. Debido a la escasez de bosques, Egipto se veía obligado a importar madera de Fenicia, sobre todo cedros de las ciudades portuarias, como Tiro, donde se valoraba mucho el lino egipcio de colores variados. Los templos y monumentos egipcios se construían de granito y algunas piedras más blandas, como la roca caliza, que abundaba en las colinas que flanqueaban el valle del Nilo. Las casas corrientes, e incluso los palacios, se construían de adobe (el material que se usaba para la construcción de los edificios).
Actualidad
Las reformas agrícolas de 1952 y 1961 y la construcción de la presa de Asuán, han provocado una revolución agrícola que ha aumentado la producción, pero ha traído múltiples problemas: Al abonarse con productos químicos y no por las crecidas del río, se está afectando el equilibrio biológico de la zona, produciéndose una salinización del suelo y apareciendo nuevos parásitos. El cultivo de mayor importancia es el algodón.
Egipto es predominantemente un país agrícola, pues alrededor de 40 por ciento de la fuerza laboral se dedican a los cultivos agrícolas o ganaderos. La economía de Egipto se socializó tras la promulgación de una serie de leyes a comienzos de 1961. El patrón de propiedad de la tierra fue muy alterado por el Decreto de Reforma Agraria de 1952, que limitaba las explotaciones individuales a unas 80 hectáreas, cifra revisada en 1961 a cerca de 40 hectáreas, y revisada de nuevo a unas 20 hectáreas en 1969.
Las tierras requisadas por el gobierno se distribuyeron entre los campesinos (fellahin), pero sigue habiendo grandes diferencias económicas entre la clase media y los agricultores. Los programas gubernamentales han ampliado las zonas de cultivo mediante la regeneración, el regadío (sobre todo desde la terminación de la presa de Asuán, en 1970), y la utilización de tecnología avanzada, como equipos mecanizados y fertilizantes químicos.
El rendimiento de las tierras agrícolas de Egipto está entre los más altos del mundo. Egipto es uno de los principales productores mundiales de productos básicos de algodón; la producción anual de fibra de algodón era de unas 300.000 toneladas métricas, a principios de 1990. El clima cálido y la abundancia de agua permiten hasta tres cosechas al año, dando abundantes cosechas agrícolas. En los años 1990 el valor estimado anual de producción en millones de toneladas métricas, como arroz (3,9), tomates (4,7), trigo (4,6), maíz (5,2), caña de azúcar (3,1), patatas (1,8), y naranjas (1,7). También se cultiva una amplia variedad de otras frutas y hortalizas.
La principal industria ganadera de Egipto es la cría de animales de carga. El ganado a principios del decenio de 1990 incluía unos 3 millones de cabezas de ganado vacuno, 3 millones de búfalos, 4,4 millones de ovejas, 4,8 millones de cabras, 1,6 millones de asnos, y 40 millones de aves de corral.
Egipto posee importantes yacimientos de petróleo y gas, pero la industria más explotada es el turismo, ya que las pirámides y reliquias de esta civilización milenaria atraen a muchas personas todos los años. Es una de las economías más estables de la región, con un PIB por habitante de 4.274 dólares (datos de OMS para 2004).